¿Se puede hacer deporte con Asma?

¿Pueden hacer deporte los niños y adolescentes con asma?

Quizás recuerde la época en que se disuadía a los niños con asma de hacer deporte y se les decía que se tomasen las cosas con calma. Eso ya no ocurre. Ser activo, hacer ejercicio y practicar deporte no solo ayuda a que un niño asmático esté en forma, mantenga un peso saludable y se divierta; de hecho, también puede fortalecer los músculos respiratorios de su hijo y hacer que los pulmones funcionen mejor.

Por estas razones, puede que el médico de su hijo recomiende el ejercicio como parte del plan de tratamiento. Si usted tiene dudas sobre si se debe combinar el deporte y el asma, piense en todos los atletas profesionales y olímpicos que tienen asma. En 1996, casi el 17% de los atletas olímpicos de EE. UU. tenía asma y el 30% de ellos ganaron medallas.

Hay dos cosas importantes que su hijo debe saber sobre la participación deportiva: El asma debe estar bajo control.

Cuando el asma está bien controlado, puede – y debe – realizar actividades y practicar deporte como cualquier otra persona. Por supuesto, algunos deportes plantean menos problemas que otros. Es poco probable que nadar, ir en bicicleta y caminar provoquen una crisis asmática; al contrario que los deportes que requieren breves arranques de actividad, como el béisbol, el fútbol americano, la gimnasia, y el atletismo de distancias cortas.
Los deportes de resistencia, como las carreras y el ciclismo de fondo, y deportes como el fútbol y el baloncesto, que requieren un rendimiento energético continuado, pueden suponer un mayor reto; sobre todo si se practican deportes en un ambiente frío, como el esquí de fondo y el hockey sobre hielo. Pero eso no significa que su hijo no pueda participar en estos deportes si realmente le gustan. De hecho, muchos atletas asmáticos tienen comprobado que, con un entrenamiento y una medicación adecuados, pueden participar en cualquier deporte que elijan.
Para mantener el asma bajo control, es importante que su hijo tome los medicamentos según la prescripción médica. Saltarse la medicación de control puede empeorar los síntomas, y olvidarse de tomar la medicación antes de hacer ejercicio puede dar lugar a graves crisis asmáticas requiriendo aveces una vista a la sala de emergencia. Su hijo siempre debe llevar la medicación de rescate, hasta en los entrenamientos, en caso de que surja una crisis asmática.
También conviene tener en cuenta los desencadenantes. Dependiendo de cuáles sean sus desencadenantes, su hijo quizás deba:

  • saltarse los entrenamientos al aire libre cuando los recuentos de polen o moho son altos;
  • llevar una bufanda o máscara de esquí cuando entrene fuera durante el invierno;
  • asegurarse de tener siempre tiempo para realizar ejercicios de calentamiento y relajación.

Estas recomendaciones deben estar incluidas en el plan de acción contra el asma que usted elabore con el médico de su hijo.
También debe asegurarse de que el entrenador sepa que su hijo tiene asma y conoce su plan de acción. Para un niño pequeño, quizás se deba proporcionar una copia del mismo al entrenador. Un niño mayor debe llevar una copia consigo, así como cualquier medicina que pueda necesitar para tratar una posible crisis.
Lo más importante es que su hijo y el entrenador sepan cuándo es necesario que su hijo se tome un descanso durante el entrenamiento o el partido, para así controlar las crisis antes de que se conviertan en situaciones críticas.